jueves, 23 de junio de 2011

MAESTROS Y PRACTICAS ESCOLARES :)

"MAESTROS Y PRACTICAS ESCOLARES"

Todo comenzó cuando el 13 de Agosto de 1521 se dio la caída de la gran Tenochtitlán y con ello la conquista de México. Los españoles para poder tener el control completamente del pueblo tenían que empezar por cambiar totalmente la religión de los antiguos pobladores, para poder lograrlo enviaron a México 4 grupos evangelizadores los Jesuitas, Franciscanos, Dominicos y Agustinos. Los que más sobresalieron por su gran labor fueron los Franciscanos. La función que tenían estos cuatro grupos evangelizadores era la de enseñar que hay un sólo dios; imponer la religión cristiana y destruir templos, dioses costumbres y lengua de los indios.

En este tiempo la educación era mejor conocida como “instrucción”, lo primero que se enseñaba era la doctrina cristiana (oraciones como el padre nuestro, persignarse, los 10 mandamientos, entre otras.) en segundo lugar les enseñaban las actividades de la misa como cantos, algunas partes de la misa y los preparaban para ser sacristanes; en tercer lugar les enseñaban a   leer escribir, cantar y la aritmética; por último hacían que reconocieran la distinción que había entre los nobles y los plebeyos.

Esta diferencia de clases sociales era muy notoria debido a que los hijos de los macehuales (plebeyos) eran instruidos en los atrios de las iglesias, además de que recibían castigos físicos muy fuertes si desobedecían alguna de las reglas que les imponían los evangelizadores y eran instruidos por un anciano. Se le enseñaba por medio de las pinturas, carteles y cantos para que su aprendizaje fuera fácil y significativo.

Por otra parte los hijos de los nobles eran educados en las escuelas que estaban construidas al norte de los templos y conventos. La educación que les brindaban era más completa que la de los plebeyos por que los adentraban más en las ciencias que en los trabajos de agricultura, guerra,etc.


La ecuación novohispana en el siglo XVIII
La finalidad de la educación indígena era instruirlos en la fe católica. Se impartía en el idioma nativo, era dada por los frailes criollos y sus ayudantes indígenas.   Se promovía el establecimiento de escuelas de castellano, sin embargo los indios se oponían a la obligación de financiar la escuela con los fondos comunales y se resistían a enviar a sus hijos para aprender una lengua que consideraban extraña y difícil. Aunque no había un entusiasmo por parte de los indios, se contaba con 286 escuelas en 76 pueblos, algunas de estas escuelas enseñaban a leer y a escribir, además de la doctrina cristiana.  

El arzobispo Lorenzana ordenó la enseñanza del español sino que propuso desterrar los idiomas indígenas.   Debido a la expulsión de casi 500 jesuitas, se cerraron varios colegios en 21 ciudades.
Además de lo que se impartía en 4 ciudades se ofrecían cursos avanzados al nivel universitario.   Muchos jóvenes jesuitas querían reforzar los estudios de historia y de las culturas prehispánicas y promover el método experimental en las ciencias.   Esto se aprobó y se llevo a cabo en forma de academias.

Desde el siglo XVI en las ciudades novohispanas, se enseño a leer, escribir, etc. Había 34 sitios designados para escuelas particulares, los niños asistían gratuitamente a estas. Después de esto una terrible hambruna y peste azoto el altiplano y causo miles de muertes y el traslado de muchas familias a la ciudad. Esto dio paso a que muchos jóvenes estuvieran de vagabundos, y el ayuntamiento ordeno que se establecieran escuelas gratuitas de doctrina cristiana y de lectura.   Este fue un gran cambio en la estructura educativa del país.  
El clero era el encargado de proporcionar educación, debido a la necesidad de catequizar y con un enfoque propio para que los individuos se prepararan para las ocupaciones necesarias en aquella época. Muchos de ellos habían recibido el adiestramiento sacerdotal en el que se señalaban las "normas" que debían reunirse para dedicarse al noble arte de enseñar a leer y escribir. De ahí deriva, precisamente la denominación de escuela normal que, posteriormente, se asignará a las instituciones formadores de docentes con carácter laico.Muchos de esos educadores religiosos fueron más allá de la enseñanza escolar de la época, propiamente dicha, al incorporar la enseñanza de oficios, artesanías y atender a las solicitudes y necesidades de los pueblos indígenas, convirtiéndose en sus protectores. El ejemplo más notable de esto es el de "Tata Vasco", en Michoacán o el de Fray Antonio Alcalde en Guadalajara. Su presencia en la educación aporta la visión de que la docencia es un apostolado. Según como se entiendan, aportan también muchos ritos y rituales al trabajo escolar.
En Venezuela, A la escuela sólo asistían los hijos de las familias con recursos, por supuesto ni los hijos de los esclavos o de los obreros asistían a la escuela. Tampoco todos los jóvenes que culminaban la escuela podían ir a la universidad, pues era una actividad que sólo los que tenían más recursos podían hacerlo.

La educación indígena durante los siglos XVI y XVII
De esta manera, de buena o de mala gana, la corona asignó dinero y hombres a la educación de los indígenas durante los trescientos años de la época colonial. Su principal ayuda durante el siglo XVI fue la iglesia católica, cuyos frailes, los franciscanos, dominicos y agustinos, dirigían las parroquias de los indios, llamadas “doctrinas”, y se encargaban de la evangelización y de la enseñanza. Sostenidos principalmente por el gobierno español, las órdenes religiosas inventaron métodos novedosos para transmitir los conocimientos religiosos--- pinturas, catecismos con dibujos en vez de palabras, danza, teatro y música (métodos audiovisuales), además de enseñar las artes y oficios y fundar colegios de internados para indígenas durante el siglo XVI: los franciscanos en Tlateloco, los jesuitas en Pátzcuaro, Tepozotlán y el colegio de San Gregorio en la ciudad de México. En 1585 el III Concilio Mexicano legisló sobre dos puntos relacionados con la educación indígena. Prohibió la ordenación de los indios como sacerdotes y mandó que los párrocos usaran la lengua indígena de cada región para la evangelización. La primera disposición sirvió para desanimar los esfuerzos para promover estudios avanzados para los indígenas porque ya no podían llegar a ser sacerdotes de la iglesia católica. A pesar de la prohibición para las órdenes sacras, algunos indígenas asistieron a la Universidad de México para estudiar filosofía, gramática latina, derecho y medicina, ya que esa institución, fundada en 1551, estaba reservada para alumnos españoles y para indígenas nobles.

El segundo mandato del Concilio por el cual los clérigos debieran aprender la lengua de los neófitos y al mismo tiempo procurar enseñarles el castellano no concordaba con la opinión del Consejo de Indias en España. Ahí las autoridades peninsulares criticaban que la conservación de los idiomas americanos propiciaba la idolatría y la superstición; además, la habilidad de hablar una lengua indígena por los sacerdotes “mestizos y criollos” perjudicaba, según el Consejo, el nombramiento a las doctrinas del Nuevo Mundo de clérigos ibéricos mejor calificados. El rey FELIPE II se opuso a la idea del Consejo de Indias de obligar a los indios a aprender el castellano y declaró: “No parece conveniente apremiarlos a que dejen su lengua natural” y que se debía “guardar la que esta mandado en no promover curatos sino a quien sepa a la de los indios.” Aunque el monarca optó por la posición del III Concilio Mexicano, añadió que también se debiera designar maestros que enseñaran el castellano a quienes “voluntariamente quisieren”.

Otro estímulo para la educación indígena que se realizó en este periodo fue la cédula real de 1697, repetida en 1725, que revocó la prohibición para la ordenación sacerdotal de los indios. Se declaró que los indígenas podrían recibir las órdenes sagradas y deberían ser tratados “según y como los demás vasallos en mis dilatados dominios de la Europa, con quienes han de ser iguales en todo.” Los tres colegios internos para indígenas en Parras, Coahuila, en 1622; en San Luis de la Paz en 1640, añadido la escuela establecida en 1594; y el Colegio de San Javier, Puebla, en 1751, probablemente sirvieron con los cuatro del siglo XVI, para la preparación de los alumnos nativos para ocupar puestos “eclesiásticos, políticos y civiles,” además de los seminarios diocesanos, fundados al final del XVII, que tenían becas para los seminaristas indios. Educación indígena en el siglo XVIIIPara entender la educación indígena en el siglo XVIII es importante tomar en cuenta la estructura y funciones de los “pueblos de indios” de la Nueva España. En la cédula real de 1691, el rey ordenó pagar a los maestros de escuela “de los bienes de comunidad de pueblos de los indios” y así reconoció que los pueblos representaban una forma de gobierno local y una fuente de divisas que se podría usar para las escuelas. El “pueblo de indios” era uno de tres tipos de asentamientos humanos reconocidos en la legislación. La base de la estructura política y administrativa del virreinato al nivel local consistía en las ciudades y las villas de españoles y los pueblos de indios. En el siglo XVIII había aproximadamente 70 ciudades y villas de españoles y 4 000 pueblos de indios. En las ciudades y villas había ayuntamientos o cabildos, y en los pueblos de indios, el cabildo se llamaba la “república.” El pueblo de indios era una entidad corporativa, reconocida legalmente, con gobernantes indígenas electos anualmente, donde vivían por lo menos 80 tributarios (aproximadamente 360 indígenas) y había una iglesia consagrada y una dotación de tierra comunal inalienable. Los “oficiales de república” eran el gobernador, el alcalde, el regidor, el alguacil mayor y el escribano, encargados de recolectar el tributo, supervisar las tierras de comunidad y los fondos de la caja de comunidad, administrar justicia para crímenes menores según la costumbre del pueblo, financiar y dirigir las principales fiestas religiosas, representar al pueblos legalmente y ser testigos de los testamentos de los indígenas. Cada año los “vocales” o “electores” indígenas del pueblo eligieron los oficiales de república. Los ingresos del pueblo provenían principalmente del producto de diez varas cuadradas de tierra (diez metros cuadrados) que cada tributario cultivaba y el arrendamiento de terrenos sobrantes de los bienes de comunidad. Casi todos los fondos eran gastados cada año en las ceremonias litúrgicas, comida comunal, fuegos pirotécnicos, música y flores de las festividades sacras, especialmente la del santo patrón del pueblo, Corpus Christi, Jueves Santo, y las tres pascuas: Navidad, Resurrección y Pentecostés.







INTEGRANTES:
:) SOCORRO GARCIA TLAHUEL
:) ARTURO DE LOS SANTOS GUEVARA




 

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