lunes, 2 de mayo de 2011

LA EDUCACION EN EL PERIODO DE LA INDEPENDENCIA DE MEXICO





Secretaria De Educación Pública
Dirección General De Formación Y Desarrollo De Docentes
Dirección De Formación Docente
Instituto Jaime Torres Bodet
Licenciatura En Educación Secundaria
Especialidad Ingles

Asignatura:
La Educación En El Desarrollo Histórico De México

Trabajo:
Educación En La Independencia De México

Maestro:

Héctor Ruiz Escobar

Alumnos:

Gaspar Toribio Emily Anali
Pérez Pérez Eduardo
Sarmiento Mendoza Beatriz
Sirena Guzmán Abel

Segundo Semestre
Año Lectivo 2011 




EDUCACIÓN EN EL PERIODO DE INDEPENDENCIA


Hablando de educación en el periodo de la independencia de México, existe poca información la cual nos señala que entre los años de 1780 a 1836 la construcción de edificios escolares no fue prioritaria debido a que los atrios, refectorios, habitaciones de viviendas, cuartos de vecindad y hospitales abandonados, funcionaban como colegios. La Iglesia tuvo un papel importante en la educación dentro de este periodo ya que compró los predios anexos a los conjuntos conventuales y fue a partir de entonces cuando hubo lugares específicos para los salones de clase.


Entre 1821 y 1836 el Ministerio de Relaciones tuvo a su cargo la educación; creó institutos nacionales de enseñanza pública con el fin de instruir a la población en las ciencias físicas, exactas, políticas y morales. El espíritu ilustrado de la época permitió que los maestros demostraran a través del método científico los conocimientos. Este sistema creado en Alemania, fue acogido por la Francia napoleónica y de ahí se difundió a España. De hecho, algunos colegios jesuitas, antes de pasar a manos del clero secular (1767), ya habían implantado el novedoso procedimiento. La institución eclesiástica continuó dirigiendo casi todas las escuelas de México. Las monjas estaban a cargo de la instrucción femenina y los sacerdotes de la de los varones. El Estado también buscó asumir la responsabilidad de la formación, con el fin de formar ciudadanos virtuosos. El estudio y el trabajo fueron los medios para abatir la pobreza y la vagancia.
A partir de esto es importante para nosotros conocer dos de los principales personajes que además de haber participado en la independencia de México, fueron importantes docentes de esa época, hablamos de Miguel Hidalgo Y Costilla Y José María Morelos Y Pavón.
A continuación presentamos una breve reseña sobre la vida de cada uno de estos religiosos que al mismo tiempo se desempeñaban como maestros.



MIGUEL HIDALGO Y COSTILLA

Nació el 8 de mayo de 1753 en la hacienda de San Diego de Corralejo, en la jurisdicción de Pénjamo, de la Intendencia de Guanajuato. Fue hijo de Cristóbal Hidalgo Costilla y de Ana María Gallaga Mandarte y Villaseñor. Los padres de Miguel Hidalgo contrajeron matrimonio en 1750l. A los 9 años de edad Miguel Hidalgo quedó huérfano de madre y a los 12, habiendo terminado sus primeros estudios al lado de su padre, marchó a Valladolid (hoy Morelia) para luego inscribirse en el Colegio de San Francisco Javier, atendido por los padres jesuitas.



De 1765 a 1767, Miguel Hidalgo estuvo en esa institución, con su hermano José Joaquín, estudiando retórica y gramática latina hasta que los jesuitas fueron expulsados. A fines de ese año Miguel Hidalgo y su hermano regresaron a Valladolid para inscribirse en el Colegio de San Nicolás Obispo. Allí, debido a la tradición escolar de poner mote a los chinches (alumnos de nuevo ingreso) Miguel Hidalgo fue apodado como El zorro. Ahí, Miguel Hidalgo obtuvo un alto aprovechamiento de tal manera que antes de los tres años de rigor, el 20 de febrero de 1770, Miguel Hidalgo se graduó de bachiller en Letras. Y el 30 de marzo siguiente, en la Real y Pontificia Universidad de México, de bachiller en artes.

Miguel Hidalgo Cursó estudios en San Nicolás distinguiéndose en teología escolástica y moral. En una ocasión cuando debió sustentar un acto público, no pudo darse, pues una noche, reacio a sujetarse a la disciplina escolar, escapó del colegio, saltando por una ventana de la capilla. A su vez, Miguel Hidalgo recibió el grado de bachiller en Teología. 

En el colegio, Miguel Hidalgo obtuvo una beca para emprender estudios canónicos. Además de desempeñar una intensa actividad académica. 

Posteriormente a Miguel Hidalgo se le fue concedido el subdiaconado (la primera de las mayores sagradas órdenes), luego en 1776, el diaconado, siendo profesor de filosofía, y el en Septiembre 1778, el presbiterado, con lo cual recibió la potestad de celebrar la Eucaristía y absolver los pecados.

ACTIVIDAD ACADÉMICA
De 1779 a 1792 Miguel Hidalgo se dedicó con ímpetu a la vida académica en San Nicolás. Siendo profesor de gramática latina y artes hasta 1782, posteriormente de teología escolástica. Fue en 1787 se le nombró tesorero, vicerrector y secretario de la institución. Ya entonces se firmaba Miguel Hidalgo y Costilla; al principio sólo usó el nombre y el primer apellido; posteriormente añadió el segundo, sin la conjunción y finalmente lo compuso como Miguel Hidalgo y Costilla, muy probablemente para diferenciarse de un clérigo homónimo que llegó a ser cura de San Juan del Río, en Durango. En 1788, el virrey Manuel Flores le concedió a Miguel Hidalgo los beneficios de la sacristía de San Clara de los Cobres, cuyas obligaciones cumplía los domingos y días festivos. Aparte de las materias de rigor, incluyendo latín, Miguel Hidalgo dominaba el francés y el italiano, y las lenguas indígenas otomí, tarasco y mexicano.

Miguel Hidalgo obtuvo el cargo de rector de San Nicolás en 1790. Hacia fines del año siguiente Miguel Hidalgo fue objeto de murmuraciones: le eran reprochados el carácter adquirido con los jesuitas, la lectura de libros prohibidos, el trato con mujeres y la afición al juego. Ese mismo año renunció a sus puestos incorporándose en Colima, a servir el curato enviado por el Obispo, no sin antes poner a salvo, secretamente, a sus hijos Agustina y Lino Mariano, producto de sus relaciones con Manuela Ramos Pichardo. 



JOSÉ MARÍA MORELOS Y PAVÓN

Religioso, maestro, político y militar mexicano, caudillo de la independencia de México. Asumió el liderazgo del movimiento independentista tras la muerte en 1811 del cura Hidalgo (a cuya causa se había unido en 1810) y logró importantes victorias en el sur. Trató además de dar forma política a sus ideales de justicia e igualdad a través del Congreso de Chilpancingo (1813), que formuló la declaración de independencia, otorgó a Morelos un amplio poder ejecutivo y puso las bases para una Constitución liberal y democrática que sería aprobada en 1814.

PRIMEROS AÑOS DE VIDA
José María Morelos era hijo de Manuel Morelos, carpintero de ascendencia india y de Juana María Pérez Pavón, criolla, cuyo padre había sido maestro de escuela en la ciudad. Durante catorce años, además de las primeras letras que le enseñó su madre, sólo se sabe que ayudó en lo que pudo para el sostenimiento de la familia. 

La muerte del padre en 1779 significó un importante cambio. Confiado a la custodia de su tío Felipe Morelos, se trasladó a una hacienda cerca de Apatzingán (Michoacán) y se dedicó primero a la labranza y, poco después, a conducir como arriero una recua de mulas que su tío empleaba para transportar los ricos cargamentos de mercancías entre el puerto de Acapulco, terminal de los galeones de Manila, y la ciudad de México. 

Así vivió hasta cumplir los 25 años; en 1789, ante la insistencia de su madre, que deseaba su ingreso en la carrera eclesiástica con la ilusión de que accediese a un beneficio dejado por su bisabuelo materno, se separó de su tío Felipe y regresó a Valladolid para ingresar en el colegio de San Nicolás. Allí tuvo ocasión de conocer al rector Miguel Hidalgo y Costilla, con el que coincidió durante dos años. Estudió gramática y latín y dos años más tarde amplió estos estudios en el Seminario Tridentino de la misma ciudad, recibiendo instrucción en retórica y filosofía, estudio por tres años lógica, metafísica  El 28 de abril de 1795 recibió el título de bachiller de artes en la ciudad de México.

MORELOS COMO MAESTRO

Por fin tuvo acceso a la teología, la cual se dividía en dos, la dogmatica y la moral Morelos se inscribió en ambas en el seminario de tridenio de Valladolid, pero procedió únicamente a la moral, así lo ayudaría a ordenarse pronto y tener recursos económicos para mantener a su madre y hermana. Cuando apenas llevaba un año de teología moral, los otros dos los curso a distancia  desde Uruapan ya que allí podía empezar a trabajar, aunque todavía no fuese sacerdote; pues en la población  había colegio con cátedras de gramática y retorica, Morelos acepto impartirlas durante dos años. Además del alivio económico, la experiencia de Uruapan significo para Morelos una continuación en su formación tanto humanística como ministerial.




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